Santiago Sedran
Estudios del ISHiR, 24, 2019. ISSN 2250-4397
Investigaciones Socio Históricas Regionales,
Unidad Ejecutora en Red – CONICET
http://revista.ishir-conicet.gov.ar/ojs/index.php/revistaISHIR
PELLEGRINI,
Micaela; MOSSO, Agustina; PULIDO, Aldana. Museos,
objetos y enseñanza: aproximación didáctica a la transmisión del patrimonio
desde un estudio de caso. Rosario: ISHIR/CONICET. 2018. 91 páginas. ISBN 978-987-470-520-4
Santiago Sedran[1]
Museos, objetos y enseñanza: aproximación didáctica
a la transmisión del patrimonio desde un estudio de caso de Micaela Pellegrini,
Agustina Mosso y Aldana Pulido pondera el rol que la conservación,
preservación, valorización y transmisión del patrimonio cultural de una
sociedad juegan en la reconstrucción y conformación de las identidades
sociales. Asimismo resalta el valor transformar este proceso de
patrimonialización en una experiencia neta de transmisión educativa en base a
un estudio de caso. El proceso de valorización de la transmisión patrimonial
puesto en relieve en este trabajo se concretó como resultado de la experiencia
Centeno como patrimonio, donde integrantes de la sociedad civil e instituciones
educativas (mayoritariamente maestras y maestros de nivel primario) de Centeno,
provincia de Santa Fe, e integrantes del Instituto de Investigaciones
Socio-Históricas Regionales del CONICET trabajaron conjuntamente con el fin de
fundar un museo en dicha comunidad. De este modo, este proyecto posee con un
valor intrínseco, que es el de conectar el conocimiento académico con el
producido en el territorio, el de reforzar la comunicación entre el conocimiento
de las instituciones culturales y el sistema científico.
Las autoras hacen de
la noción de patrimonio punta de lanza del abordaje teórico y de la lógica de
trabajo, y y este libro se organizó teniendo como base a la intención de la
puesta en valor de una variedad de objetos históricos censados en la comunidad
(de naturaleza variada, cabe aclarar). Cada uno de los tres capítulos que lo
conforman gira en torno a la misma pregunta troncal que resulta de la necesidad
común de los investigadores y de la sociedad civil de transformar la
experiencia de valorizacion patrimonial en una experiencia educativa y de
transmisión. La pregunta vertebral es: ¿cómo construir muestras museográficas
en torno a estos objetos históricos, que en base a procesos de lecturas
críticas den cuenta de la complejidad de los momentos sociohistoóricos a los
que pertenecieron y que al mismo tiempo logren interpelar a los visitantes de
manera significativa? Esto último resulta clave en una perspectiva social y
cultural como la propuesta por el libro, ya que responde a la doble inquietud
de poder hacer visibles las identidades de los sujetos cuyas vidas, identidades
y devenires alguna vez estuvieron atados a los objetos, así como de proponer
instancias dialógicas, de “continuidad y ruptura” (p17) entre el pasado y el
presente, a fin de generar reflexiones relevantes en torno a los procesos de
formación identitarios de los estudiantes asistentes a las muestras. Para ello,
las autoras despliegan una variedad de técnicas didácticas y abordajes
innovadores.
Entre las estrategias
que mejor exponen esta construcción transversal de conocimiento, es interesante
destacar que el material resultante del
censo de objetos se agrupó en torno a tres ejes teóricos, que organizaron su
interpretación y análisis: el universo de la producción económica, el trabajo
doméstico (o las mujeres y sus quehaceres) y el tiempo libre, el ocio y el
descanso. La descripción que brindamos a continuación intenta dar relevancia a
la perspectiva social de este análisis, una en la cual las y los actores no son
el telón de fondo sino la trama central de la narrativa.
En el primer capítulo,
“Objetos Alusivos al Universo de la Producción Económica”, las autoras abordan
los procesos mediante los cuales las actividades económicas y productivas de
una época y una sociedad determinadas se pueden encontrar corporizadas en
objetos tangibles que, a los efectos de este libro y sostenidos en su enorme
carga simbólica, serán los destinatarios de los procesos de patrimonialización
histórica de la comunidad. De este modo, se revisan los que se entienden como
los componentes indispensables de una muestra museo historiográfica que dé
verdadera cuenta de su objeto de estudio. Entre éstas se realza la importancia
de la adjunción de fotografías,
entrevistas grabadas y música.
En relación a ello, si
se tiene por fin poner en valor el patrimonio de una comunidad, los objetos
materiales se sostienen poseedores de una doble riqueza analítica. Por un lado,
de una riqueza que hace referencia al valor de estos objetos de poder
convertirse en destinatarios de análisis a nivel macro, como los resultados
directos de dinámicas socioeconómicas, culturales y políticas de una época. Por
otro lado, a nivel de microanálisis, estos objetos devienen en portadores de
identidades, singularidades y cotidianeidades –de un día a día, lejano, pero
atado indisolublemente a la columna vertebral, en este caso, de esta región del
centro santafesino. El curso de una transmisión efectiva del patrimonio estará
ligado íntimamente a lo que las autoras se refieren como a la didáctica del
patrimonio: la relevancia de la implementación del proceso de
patrimonialización sienta sus bases en la posibilidad de poder generar
instancias educativas concretas que involucren a la sociedad civil –en este
caso, los centenences. La calidad de la muestra historiográfica, en tanto
herramienta de trasmisión del patrimonio, estará marcada por cuán fielmente
pueda dar cuenta de la estructura de jerarquías sociales y del ritmo de vida
propio de cada sociedad, tanto así como de su capacidad de visibilización de
ciertos fenómenos sociales. En pos de esta fidelidad, la muestra deberá apuntar
a vivificar tradiciones (p36), así como abordar de manera integradora los
fenómenos de índole productiva y cultural.
El segundo capítulo se
ocupa del trabajo de mujeres y su visibilización. De la misma manera que el
capítulo anterior, se proponen posibles instancias de exposición museográficas
en base a la selección de objetos patrimoniales y de formas de organizar
muestras y visitas de manera de interpelar al público y genera la instancia
dialógica que se presenta como objetivo del proyecto. La efectividad a la hora
de interpelar al visitante estará dada, postulan las autoras, tanto por la
selección en las formas museográficas de presentación como por los procesos
semióticos de desnaturalización seleccionados. Ejemplo concreto de estos
fenómenos a desnaturalizar es el “trabajo invisible del hogar, sin salario, sin
jubilación correspondiente, sin aportes” (p50). Como eje transversal a todo el
libro se plantea la necesidad de no presentar a los objetos parte de la muestra
como meros símbolos tecnológicos, sino como canales a través de los cuáles pueda
rastrearse, a manera inversa, y encontrarse eventualmente, las horas, el
trabajo y las energías –las vidas volcadas en ellos, en el caso de este
capítulo, por las mujeres. A su vez, la correcta contextualización histórica
del objeto y de su diacronía, tanto así como la presentación de contrastes
materiales entre el pasado y el presente permitirá, al menos, dar un
acercamiento más fiel a esas realidades y de ese modo intentar reconstruir las
identidades de estas mujeres trabajadoras.
Las autoras abren la
segunda sección del libro contextualizando históricamente el trabajo de las
mujeres en base a una serie de postulados teóricos. A partir de reconocer la
división jerárquica del trabajo, que separa al trabajo en las esferas pública y
privada, en ninguna de las cuales el trabajo de las mujeres puede ser
enmarcado, las autoras señalan al espacio doméstico como el tercer y único
lugar reconocible apto para las trabajadoras. De este modo, se señala cómo de
la mano de la maquinaria estatal se crearon instancias de instrucción formales
y no formales, meramente prescriptivas, destinadas a las mujeres, con las que
no sólo se delimitó su espacio de acción laboral al hogar, sino que también
fueron funcionales a los procesos de invisibilización del trabajo femenino. El
hogar, la escuela, y expresiones culturales como la literatura, el cine y la
prensa jugaron transmitieron las cualidades que toda mujer debía poseer –el
cuidado de los bebés, la administración de los quehaceres hogareños, la cocina,
el bordado.
Por último, en el
tercer capítulo, los ejes transversales desarrollados son el ocio y el descanso
en la sociedad centenense. Las autoras resaltan en esta sección el carácter
institucionalmente controlado del tiempo de ocio y lo conciben inscripto dentro
lo que llaman una lógica del trabajo. Desde el corazón del hogar, la escuela,
las asociaciones, los clubes, y hasta de la misma iglesia, los tiempos y
espacios destinados al ocio y el descanso se encontraban tabulados. Dicen las
autoras, “para hablar de un tiempo de no-trabajo es preciso que haya trabajo”
(p 61). Otra vez, al igual que con los dos ejes anteriores el ocio va a estar
atravesado por factores como la clase social, el género, la edad. A lo largo de
dicho capítulo, las autoras enumeran y desarrollan distintas aristas temáticas
que muestran potenciales conexiones entre tema del ocio y de los objetos históricos disponibles para
las muestras.
Estos ejes incluyen
viajes –por motivos que van desde el mero placer hasta la obligatoriedad del
servicio militar, los actos de devoción –entendiéndolos como fuentes de
festejos o rituales; los soportes tecnológicos de la comunicación –radios,
tocadiscos, televisores, etc.; y finalmente el juego libre o de reglas
–entendiendo en estas últimas categorías a cualquier instancia de práctica
lúdica, en cualquier ámbito de la vida y sin barreras etarias.
Este recorrido escueto
pretendió retratar una obra de indudable relevancia científica pero, quizás
más, de dar noticia de un proyecto cuyos aportes más urgentes sean, quizás, ser
una herramienta para la enseñanza, el aprendizaje y la divulgación socialmente
orientada. Las autoras logran reponer un universo local, acotado pero, sin
embargo, infinitamente diverso. Una mirada como ésta, en la que la agencia de
los actores (principalmente las mujeres de Centeno) se plasma con nitidez y se
entrelaza con las fuentes, realza el
gran valor pedagógico- didáctico de la obra. La claridad conceptual con la que
las autoras plasman tanto el rumbo teórico del material, como la aplicación de
estas líneas en la propuesta del proyecto, hace que el libro sea fácilmente
apropiable por distintos tipos de lector.
En relación a esto
último, y a modo de cierre, hay dos aspectos que entiendo deben ser resaltados.
Por un lado, que este proceso de revalorización patrimonial se trató de una
instancia de trabajo conjunto entre sociedad civil, docentes e investigadores.
Amén de los aspectos éticos de una empresa como ésta, también resuenan las
elecciones teóricas que las autoras realizaron pues y sólo a modo de invitación
a la lectura ¿cómo lidiaron con la cuestión de las "jerarquías" de
conocimiento, entre censo, ciencia y "testimonio"? ¿Cuáles fueron los
criterios –consensuados, para la selección patrimonial? Las preguntas que
brotan de un proyecto como el que exponen Pellegrini, Mosso y Pulido son
cuantiosas y la lectura resuelve muchas y siembras otras tantas.
Por otro lado,
entendemos que la citada dimensión ética de este trabajo resalta en sí misma,
en tiempos en los que es imperioso defender la importancia de la tarea del
investigador-docente. Este proyecto es, en definitiva, para quienes lo leemos
desde la tarea docente, una instancia concreta de conexión entre los centros de
producción de conocimiento especializado y la sociedad; una manera crítica y ética
de construir un objeto de su estudio.
|
Recibido con pedido de publicación 20/02/2019
Aceptado para publicación 15/05/2019
Versión definitiva 27/06/2019
[1] Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos. Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral, Argentina. Correo electrónico: santiagosedran@gmail.com