PELLEGRINI, Micaela; MOSSO, Agustina; CALDO, Paula. Agujas maderas y pinceles: reflexiones e imágenes en torno a una Escuela Técnica que forma profesionales para el mundo del trabajo. Centeno: 1938 al presente.  Rosario: ISHIR/CONICET. 2018. 69 páginas. ISBN 978-987-258-348-4

Santiago Sedran

Estudios del ISHiR, 23, 2019. ISSN 2250-4397

Investigaciones Socio Históricas Regionales, Unidad Ejecutora en Red – CONICET

http://revista.ishir-conicet.gov.ar/ojs/index.php/revistaISHIR

Reseña/Review

 

PELLEGRINI, Micaela; MOSSO, Agustina; CALDO, Paula. Agujas maderas y pinceles: reflexiones e imágenes en torno a una Escuela Técnica que forma profesionales para el mundo del trabajo. Centeno: 1938 al presente.  Rosario: ISHIR/CONICET. 2018. 69 páginas. ISBN 978-987-258-348-4

 

Santiago Sedran[1]

 

Agujas maderas y pinceles: reflexiones e imágenes en torno a una Escuela Técnica de forma profesionales para el mundo del trabajo. Centeno: 1938 al presente de Micaela Pellegrini, Agustina Mosso y Paula Caldo es un libro que se sumerge en la historia y el devenir de la Escuela de Enseñanza Técnica Profesional N° 673 Batalla de San Lorenzo con un fin explícito: la reconstrucción de las identidades individuales y colectivas de aquellos sujetos que formaron parte de la misma. Desde una perspectiva de género, y de la mano de las nociones de patrimonio y archivo escolar (abierto), las autoras logran dar cuenta, a través del registro de testimonios, de revisión documental e historiógrafica, de la evolución de esta escuela nacida hace ya más de 80 años en un pequeño pueblo del interior santafesino. Pellegrini, Mosso y Caldo sitúan, por un lado, el nacimiento y devenir de esta institución de formación laboral dentro del contexto de evolución productiva de la Argentina del período de entre guerras. Por otro, ponen en primer plano -narradas desde un universo femenino-, las subjetividades de muchas de las ex estudiantes que luego serían volcadas a la creación del archivo histórico escolar.

La creación de esta publicación institucional se inscribe dentro del proyecto Centeno como patrimonio (2016) que incluyó, también, la creación del libro Museos, objetos y enseñanza: aproximación didáctica a la transmisión del patrimonio desde un estudio de caso.[2] Este proyecto se puso en marcha luego de que la directora de la institución, Mirta Cabral, contactara al personal del Instituto de Investigaciones Socio-Históricas Regionales del CONICET (ISHIR) con la compleja propuesta de crear un archivo donde quedase plasmada la historia de la escuela. En forma conjunta, estos dos títulos logran poner en relieve la puesta en valor del patrimonio histórico cultural de la localidad santafesina a través de la descripción de la creación de una muestra museográfica y de un archivo escolar.

Nacido a la luz de la expansión de la trama ferroviaria del modelo agro exportador de finales del siglo XIX y principios del XX, Centeno basaría sus actividades económicas en la agricultura, la ganadería de pie, para mucho más tarde ser punto de referencia de la cuenca lechera de la provincia. El presente trabajo brinda al lector las herramientas necesarias para comprender las trayectorias de las mujeres estudiantes de esta escuela a partir de una estrategia distinta: a lo largo de todo el texto existe una contextualización de las condiciones sociales, y económicas-productivas de locales, regionales y nacionales. Esta estrategia permite un ir y venir constante entre las trayectorias que se narran y el contexto local, regional y nacional en que se enmarcan, situando la historia de Centeno y de la escuela más allá de un estudio de caso aislado.

Una de las discusiones más relevantes presentadas por las autoras en la primera parte del libro refiere a que, a pesar de que la institución fue creada (según rezan las propias memorias del Ministerio de Instrucción Púbica) con el fin de “hacer de las mujeres un elemento social productivo” (p.18), esto no se logró de manera completa. Factores de distinta índole jugaron su papel para que aquella proyectada “profesionalización de la mujer” termine reafirmando el rol de madre afectiva, esposa y ama de casa de la misma. De este modo, la propuesta de profesionalización alcanzaba un límite claro frente a un contexto productivo local inacabado o que, al menos, tenía serios inconvenientes para absorber la mano de obra de las mujeres formadas en la escuela.

Así pues, desde su creación en 1938, la posibilidad de asistir a la Escuela Hogar de Centeno representó para las jóvenes del pueblo la posibilidad de no verse obligadas a salir de la localidad para continuar sus estudios. Hasta antes de ese año, las jóvenes del pueblo que quisiesen continuar con sus estudios secundarios tendrían que asistir a la escuela secundaria de San Genaro, a unos a más de 100 kilómetros de distancia, con todas las complicaciones que eso representaría. Asimismo, cabe mencionar que la gran mayoría de las jóvenes que ingresaban a la institución lo hacían con el fin de perfeccionar sus saberes prácticos, aquellos aplicables a tareas hogareñas. Las opciones de cursado que la institución les ofrecía eran dos. Por un lado, las alumnas regulares, que debían cumplir con el cursado de tres años para lograr la obtención de un título secundario (que a partir de 1950 pasaría a ser un título profesional) debían dar cuenta del cursado de los talleres disciplinares específicos a la vez que de las clases de conocimiento general. Por otro lado, las alumnas libres, que no contaban con la posibilidad de la obtención del título o certificación pero que podrían sólo asistir  a los talleres específicos. Esta última era la opción más buscada, ya que las instruía o las ayudaba a reforzar saberes directamente aplicables a las tareas del hogar, las cuales para aquel entonces, siguiendo los mandatos sociales, eran total responsabilidad de las mujeres. Esto último estaba dado, en gran medida, por el hecho que  la industria textil no contaba con un grado de desarrollo tal que produjese la demanda de mano de obra, por lo que la obtención de un título profesional afín no iba a jugar un rol preponderante en la potencial obtención de un puesto de trabajo.

En la segunda parte del libro, las autoras continúan con la reconstrucción de la historia de la institución de una manera sumamente original y didáctica de revisión documental: la recopilación y revisión de “huellas fotográficas consignadas a lo largo de 80 años de existencia” (p.33). Lo hacen a través de ocho fotografías, las cuales cubren un rango temporal que va desde el año de creación de la institución hasta la década de 1980. Así, la utilización de este recurso por parte de las autoras propone constituir la imagen fotográfica como una herramienta en sí misma y no sólo como un reflejo de la palabra escrita: una herramienta utilizada con el fin de brindar descripciones más completas y abarcativas y, en el caso de este libro, complementarias. Siguiendo a Roland Barthes (2016), las autoras plantean que “posar la mirada sobre una fotografía  es un constante ejercicio de reconocimiento de detalles, sujetos, posturas, modas que obligan a hablar en pasado” (p.34). Es precisamente por ello que un recurso como éste resulta adecuado en el caso de Centeno pues, en un mismo movimiento, retrata la unicidad de la experiencia, así como la huella que ésta lega a quienes volvemos sobre ella.

Finalmente, entendemos que estas historias permiten revisitar nuestras propias realidades laborales, a la luz de experiencias como las de las mujeres de Centeno. Los procesos de profesionalización de la mujer, con sus tensiones, los prejuicios y los discursos de género que los atraviesan aún (y, aún, son en muchas ocasiones invisibles) son un campo que requiere más que nunca mantener un ojo crítico respecto de una idea lineal, progresiva que nos haría pensar que ciertas batallas (como aquella por la igualdad laboral) están superadas. Ello, entonces realza la utilidad interpretativa y reflexiva de desandar las caminos transitados por aquellas y aquellos que formaron parte de nuestra sociedad y cómo sus cotidianeidades, inciden aún en las nuestras.

 

 

 

 

 

 

Recibido con pedido de publicación 20/02/2019

Aceptado para publicación 15/03/2019

Versión definitiva 27//04/2019



[1] Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos. Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral, Argentina. Correo electrónico: santiagosedran@gmail.com

[2] Ver Pellegrini, Mosso y Pulido (2018) Museos, objetos y enseñanza: aproximación didáctica a la transmisión del patrimonio desde un estudio de caso. Rosario: ISHIR/CONICET